martes, 5 de abril de 2016

~ When heaven cries for you ~


Eso de que un día sientes que las gotas de lluvia te caen encima y de algún modo se lo agradeces al cielo porque sabes que está llorando por ti. Porque está haciendo lo que a ti no te sale hacer, hasta que de pronto te das cuenta de que lo que cae por tus mejillas no son sólo gotas de lluvia, pero gracias a dios se confunden con ellas. Y resulta que sí puedes, pero sigues agradeciéndole al cielo que no te deje sola en ese amago camino. 

¿Qué haces cuando nada tiene sentido? Cuando oyes lo que sabías que ibas a oír pero no cambia nada.
Quizá habría preferido un "no te quiero", un "no te quise" y no un "nunca fuiste especial" entre líneas.
¿Por qué ni siquiera puedo oírlo? ¿Por qué tengo que suponerlo?

Cuando le dices a alguien, con el corazón en la mano que lo quisiste como nunca antes has querido a nadie, que te encantaba, que le adorabas, que era especial, lo único que no podía no imaginar en tu vida, cuando le dices a alguien que todavía estás descubriendo si puedes vivir sin esa persona y su respuesta no es inmediata... Ya tienes tu respuesta. 

"Hazme preguntas más concretas". Esa es toda la respuesta que necesité oír para saberlo.
La respuesta es sí. La respuesta a la pregunta que he estado haciéndome todo este tiempo; es sí. 
¿Fue todo cosa de mi mente? Sí. ¿Era yo la que creía ver algo que no existía? Sí~  Así es, felicidades Tamara, eres estúpida de remate. 

No puedo decir que Hoshi nunca me quisiera, estaría mintiendo. Me quiso, sí, pero como siempre supe... No más de lo que se quiere a sí misma. No más de lo que puede querer a cualquiera de las personas de su alrededor, no más de lo que pueden importarle las cosas que en cada momento le importan. 
La respuesta es sí. ¿Habría valido cualquiera? La respuesta es sí. Habría valido. Daba igual lo que hiciese, o cuantísimo la quisiera, daba igual porque al final, si no hubiera sido yo, habría sido otra persona. Y puede que tal vez, evitando  cometer los errores que cometí yo, hubiera conseguido llegar más lejos o a ser más importante. 

Al final jamás seré alguien por quien alguien haría cualquier cosa. Jamás seré alguien por quien vale la pena luchar. Jamás seré alguien a quien quiera con todo su corazón, porque la respuesta es "no". No, nunca lo fui. 


Todo ese tiempo, todos esos años pensando que era especial, que había conseguido algo que los demás no, que había llegado a su corazón, que tenía un sitio en él. Pero no. Nunca fui más que algo más que pasa por su vida, sin más, a pesar de poseer un título de "mejor amiga", lo que en realidad no significa nada. Las mejores amigas no existen, sin más. 
Da igual cuántas veces en mi vida ruegue al cielo que me escuche, que por dios me quiera, jamás va a hacerlo, jamás va a venir a por mí, jamás va a hacer lo que sea necesario para curar mis heridas, porque jamás va a quererme. Tal vez por culpa de como soy, tan vez por cómo es ella. Qué importa. El caso es que no fui capaz de hacer que me quisiera. A pesar de quererla siempre con todo mi corazón y con toda mi alma. 

Hace tanto que dejé de ser siquiera un poco diferente para ella que el resto... Tantísimo. Y yo en mi nube, como una imbécil, feliz, viviendo en una mentira. Y ni siquiera es su culpa. Al final uno no controla lo que siente. Si no se lo despierto, no se lo despierto y punto. 
Pero dios mío...

Yo voy a quererla tantísimo siempre...
Sé que no se pude asegurar nada al 100% pero es que de esto estoy totalmente segura. Lo sé, con toda certeza lo sé. Jamás nadie va a querer a Hoshi más de lo que yo siempre la he querido. Jamás, ya puede casarse o tener mil amigos más. Da igual si encuentra alguien que se enamore de ella o que se quede con ella para siempre, jamás la querrán tanto como yo. Y probablemente yo no sea capaz de querer tanto a alguien nunca más, porque sinceramente si de algo me ha servido esto es para saber que puedo superar cualquier cosa. Claro que puedo, pero no quiero. 
Me niego. Y sonará estúpido y nunca le permitiré a nadie de mi alrededor tomar una decisión como esta pero, yo ya la he tomado. Nunca, jamás, volveré a arriesgarme tanto. Jamás volveré a darlo todo, nunca.