viernes, 4 de noviembre de 2016

~ ¿Por qué será? ~


A veces me doy cuenta de que no me conozco a mí misma en absoluto.

Hace dos días tuve una discusión, o algo así... Con uno de los miembros de mi ex-grupo de baile. Pero pude ver claramente cómo esta persona iba a por mí. Probablemente porque su personalidad y la mía no están hechas para combinar bien, quién sabe, y quizás eso le lleva a estar más irascible conmigo, lo que, unido a mi poco tacto cuando algo me molesta, desenlaza en algo como aquello.

Pero tener que escuchar de alguien que no sabe nada de mí o de mi vida que soy una persona tóxica... ¿Realmente merezco eso?

Cuando uno se enfada en caliente puede llegar a decir muchas cosas que le molestan, pero algo como pensar que una persona es tóxica hasta el punto de intoxicar todo lo que toca, palabras como esas no son palabras que uno diga en caliente. Cosas así uno viene pensándolas de antes.

¿Lo que me sorprende? Que me duela tanto.

Me duele que me lo digan. Me duele que nadie me defienda, que nadie sea capaz de decir "te has pasado". Me duele que a pesar de todo, nadie vea que me contuve a mí misma, que tenía razón en lo que decía y que a pesar de eso he intentado averiguar qué parte de culpa me toca.
Me duele que no se queden ni un poco a mi lado. Y no me refiero a ponerse de mi parte, para nada, sino a mostrar un poco de apoyo.

Pero lo gracioso es que mi cabeza se ríe de mí, y me dice cosas como "pero si ya lo sabías, ya sabías que no son tus amigas".

Y si lo sabía, ¿por qué me duele?

No sé, a veces, creo habérselo comentado a alguien, sentía que no encajaba en absoluto allí, por hecho de tener gustos tan distintos, pero justo la persona con la que discutí, no sé, creía que intentaba ayudarme a que esa diferencia se minimizara, buscando puntos en común. Y yo se lo agradecía y tenía en cuenta. De veras que lo hacía...

Me esforcé mucho... De veras que me esforcé. Lloré antes de muchos ensayos, por tener que pasar tiempo con Hoshi, por tener que verla feliz, por tener que fingir que no pasaba nada. Me rendí  y asumí que sólo podría bailar cosas que, bueno, me gustan pero no me fascinan, pero qué mas daba mientras pudiera bailar con amigos. Lo único que siempre pedí es algo de compromiso, que nunca llegó. El compromiso que yo puse desde el principio, y eso nadie puede negarlo.

Y para colmo este último mes estaba intentando arreglar esa parte de mí que molestaba al resto. Esa parte que dice las cosas de forma directa, que discute, que crea debate. ¿Y todo para qué? Para seguir teniendo la culpa a pesar de tener razón en lo que digo.

¿Por qué personas que dicen ser mis amigas permiten que se me trate así?
Y reitero en que no por ello tienen que elegir un bando, pero de hecho es lo que han hecho. Han elegido aquel en el que no estoy yo, y no me sorprende, si siempre lo he sabido. Siempre lo he sabido, pero aún si la prefieren a ella, que no me molesta en absoluto, lo injusto es injusto. Esa es la parte que no entiendo.

Y tampoco entiendo por qué me duele. Se supone que a mí estas cosas ya no tendrían ni que rozarme. ¿Entonces?

Entonces... ¿Por qué será que estoy llorando otra vez?

No hay comentarios:

Publicar un comentario