lunes, 26 de diciembre de 2016

~ Hasta siempre ~

De pronto un día te levantas y te das cuenta de que no puedes seguir así. Te das cuenta de que cuando quieres tantísimo a alguien, y eres totalmente consciente de que eso no va a cambiar, necesitas buscar el modo de que no te duela.

Porque cuando te duele alguien, cuando te duele tanto como le quieres, se vuelve insoportable. Literalmente insoportable. Y esto no quiere decir difícil de llevar, quiere decir que NO puedes llevarlo, que te consume. Que te mata.

Así que lo he decidido.

Tal vez lo he hecho ahora porque ahora es cuando por fin soy capaz. No puedo estimar el tiempo que me ha costado. Años, decisiones, incontables lágrimas y momentos de rompedor desconsuelo... Pero eso me ha llevado hasta aquí. Hasta ese día en que por fin soy capaz de tomar la decisión de perdonar. Como sea, cuando sea, y por mi cuenta. Porque quiero a Hoshi. Con toda mi alma. La quiero y eso no va a cambiar. Y si no va a cambiar, ¿qué pasará el día de mañana? Si me la encuentro por la calle, ¿qué es lo que quiero sentir al verla?

Si el día de mañana me la encuentro, por Dios, no quiero que me duela... Quiero mirarla y poder sonreír recordando cuánto la quiero y cuánto le debo. Quiero sentir ganas de ir a abrazarla, a preguntarle cómo le va todo.... Quiero sentir una nostalgia que me encoja el corazón sin partírmelo. Aunque eso quizá sea pedir demasiado.

Pero necesito intentarlo.

En realidad eso pasó ya hace unos días. Puede que una semana o dos. Pero no era capaz de venir a contármelo a mí misma. No era capaz, aunque no sé muy bien por qué. Tal vez por miedo a arrepentirme, o tal vez a sentir que en realidad no soy capaz de seguir adelante con la decisión que he tomado. Pero creo que puedo, aunque flaquee en algunos momentos, creo que puedo hacerlo...

Quiero dejar de culpar, a Hoshi, a mí misma, al mundo, a la vida... Sólo quiero poder estar orgullosa de lo que soy, de dónde he llegado cada día de mi vida y de lo que dejo a mi paso.

Así que fui a ver a Hoshi, a sabiendas que esa podría ser perfectamente la última vez que nos veamos y le dije que siempre la iba a querer. Le dije que sentía no haber podido hacer las cosas mejor. Que sentía haber sido insoportable en muchas ocasiones, que sentía quererla y haberle hecho daño y que necesitaba que entendiera que mi cabeza y mi corazón están llenos de maravillosos y valiosos momentos a su lado, a pesar de que mi coraza sólo me deje mostrar la peor parte de mí.
Le dije que por favor, por favor... La próxima vez que fuese a juzgar nada de lo que yo haga o diga, antes de hacerse una opinión, tratase de basarse en lo que sabe de mí. En lo que siempre ha sabido, y no en lo que ve, como hacen los demás.

La voy a echar tantísimo de menos... Ojalá hubiera podido despedirme. No mi yo actual, sino mi yo de entonces.  Ojalá hubieran podido darse un último abrazo y haberse dicho "hasta siempre". Aunque, ¿sabéis? Tal vez lo hicieron, pero no supimos entenderlo.


Bueno... Por cierto, Feliz Navidad.
Para variar a mí las preocupaciones nunca me vienen solas. El día de Nochebuena faltó mi tío Pepe.
No había mejor día, ¿eh? Pues para colmo había discutido con mi padre y eso había llevado a que mis padres discutieran entre ellos, pero... Mi tío Pepe nos dejó un último regalo. De no haber sido por su silenciosa y tranquila partida ni siquiera sé si habríamos cenado todos juntos esa noche.

Al final todo fue bien, dentro de lo que cabe. Mi tía se quedará unos días con nosotros. Me parte el alma oírla decir entre lágrimas que ya se le han ido todos. La vida es muy injusta, ¿verdad?
Me pregunto si disfrutará arrebatándonos las cosas que más queremos poco a poco, en su justa medida, para que podamos seguir, heridos, pero vivos.

De cualquier manera está mucho mejor, pero me da miedo que vuelva a casa. Es la casa en la que vivía con él y con mi tío. Es una casa grande, sombría y ahora triste -suspira.- ojalá lo lleve bien... Y ojalá sepa que siempre nos va a tener a su lado. Porque somos familia, sea sanguínea o no, ella es parte de nuestra familia y siempre lo será.

Ah... Y otra cosa más... An-chan...
Buff... ¿Qué hago con mi vida, Hikaru?
¿Por qué las cosas tienen que ser tan complicadas? Se me escapa del entendimiento...
Podría ser sencillo. Podría ser mi amigo, uno de verdad, uno con el que poder ser yo misma sin miedo, pero no... Las cosas siempre tienen que complicarse.

Y la peor parte de esto es que la culpa es enteramente mía. Por alguna razón, como sabéis, no importa lo que haga, siempre va a estar mal. He. He.

Si lo sabía, ¿por qué no hice las cosas como deben hacerse? ¿Por qué tiene que ser An-chan la persona con la que siento que puedo hablar?
Cuando le muestras tu lado débil a alguien es totalmente lógico que quiera protegerlo. Y si lo sé, ¿por qué cojones no me coso la boquita un poco? Parezco imbécil...

Escondiéndome en el "si no me ha dicho nada, no tiene por qué ser eso" a pesar de saberlo... Porque joder, ¿cómo no iba a saberlo?

Siempre tiene que ser así... Siempre tiene que haber algún punto en el que yo haga las cosas mal.
No existe... La situación o la persona con la que pueda simplemente descansar y no pensar en si voy a hacer daño o no, en si tengo que ser fuerte o no, en si puedo sincerarme o no y pueda hacerlo sin más.
Sé que cree que puede ser esa persona, pero no puede. Ojalá lo entendiese...
Yo una vez estuve enamorada de mi mejor amigo. Diría que es la única vez  que me he enamorado. Y pensaba exactamente como lo hace él, pero las cosas no son así de simples. Hay que estar en este lado de la ecuación para entenderlo. Y mientras esto siga así no lo entenderá nunca. Y eso sigue siendo mi culpa.

¿Cómo le explico que ni siquiera sé si quiero a la gente que tengo alrededor?
¿Cómo le explico que no quiero que se sienta demasiado especial porque ni siquiera entiendo lo que siento por la gente que tengo cerca, a la que se supone que quiero?

Es tan difícil que me dan ganas de arrancarme las venas de cuajo.
¿Cómo le dices eso a una persona?
No mira, es que me sale invitarte a casa, quedar, vernos mucho, que estés con mi familia y contarte lo que no le cuento a nadie más porque me siento cómoda, porque te considero importante para mí, pero no quiero que te sientas demasiado especial porque ni siquiera puedo decir que sienta lo mismo en ese sentido (de amistad incluso) y el día de mañana podría hacerte exactamente lo mismo que Hoshii me hizo a mí.

Es que da pánico, ¿sabéis?
Da pánico pensar que podría hacerle lo mismo a alguien. Da pánico pensar que tendría que soportar herir tantísimo a alguien...
Sé que debería ser más fuerte. Si hasta ahora lo he sido, podría serlo.. Pero a veces siento que me gustaría que alguien me escuchase y que a alguien le quede constancia de la fuerza de mis sentimientos y An-chan siempre está ahí... Y caigo de nuevo en hacer algo que NO debería.

Y sí, cuando hablemos, cuando se lo diga, dirá que es injusto, que como amiga suya que soy eso es lo que en realidad debo hacer, que debo confiar en él, pero no se trata de eso... No se trata de confiar o no. Se trata de aprovecharme de su cariño y de su confianza, que al final es el resultado de toda esta situación. Y lo sé, porque lo acabo de vivir.

No sé cómo explicarlo, tal vez que si leyese esto seguiría en sus trece. Es más, tal vez no, con total seguridad sé que pensaría "eso no es así". Pero es sólo porque no sé cómo explicarlo, pero sí lo es. Y el día de mañana, cuando todo esto haya pasado... En algún momento de su vida lo entenderá. O eso espero...

Pero, ¿y mientras?
No sé si les quiero pero sé que me aterra perderles. ¿No es ridículo?
"No sé si te quiero, ¡pero no te vayas! ¡No me dejes!"

何をこれ?  ちょうわがままですよねー私、最悪。。。

Por favor Hikaru, quiero hacer las cosas bien. Por favor... Por favor, basta... Ya no quiero más dolor de ningún tipo. Por favor quiero dar los pasos en la dirección correcta... Así que enséñamela...

世界の道を教えて。。。私に。。。





viernes, 9 de diciembre de 2016

~ Leve alivio ~



"Se que tendré que mover cielo y tierra y que todos me han tomado siempre por una chica sensata, pero esta es mi locura y mi sueño y lo cumpliré a toda costa."


"Con solo echarte un vistazo y luego dirigir un solo segundo la mirada hacia mí… Podría decir mil y una cosas por las que nunca podría ser apta para ti. Demo… el hecho de ser imperfecta, débil y torpe me hace fuerte... Aunque solo sea cuando tengo que hacerlo por las personas a las que quiero…Aunque en realidad sólo sea fuerte para eso…"

He pensado que estaría bien empezar con estos pequeños fragmentos de cosas que escribí hace 6 años, en 2010 por estas fechas. 

Lo he encontrado por casualidad, y me he decidido a leerlo. Pero lo más sorprendente a sido descubrir que lo que ahora siento, lo que ahora soy y el cómo pienso, no son más que el reflejo de lo que siempre ha estado dentro de mí. Y ahí está la prueba. 
Llevo toda mi vida luchando. Llevo toda mi vida sabiendo que soy débil. No es algo nuevo, pero a veces me olvido de lo que era y de que eso me convirtió en lo que soy.

Por supuesto, eso es algo que relaciono con Hoshi, para variar. Pero he de decir que aunque sigo llorando mientras me quema el alma echándola de menos, desde hace un tiempo me siento algo aliviada. Y es gracias a Koko.

Ella me dijo que lo que pasó, lo que le dije, el perderme, no ha sido como si nada. No ha significado tal vez un gran cambio, pero sí ha significado algo. Ha cambiado algo. Ha hecho que intente esforzarse un poco más. Y puede que ya no conmigo, sino con el resto, con las personas nuevas y las que aún tiene. Pero al menos... Al menos sé que algo signifiqué para Hoshi, porque de no serlo no intentaría acabar con el riesgo de que le vuelva a pasar, ¿no es cierto?

Al menos eso quiero pensar. 
Es evidente que no me quiso tanto como decía, que escogió hartarse de mí a entender que me estaba partiendo el corazón día a día. Eso no puede cambiarlo nadie, y no es que me olvide de ello. Pero yo todo lo que quería saber era que al menos signifiqué algo. Que no era mentira lo que vivimos, lo que recuerdo... Y ahora sé que por poco que fuera, fue lo suficiente como para cambiar un poquito su corazón. Si pude estar un poquito, aunque sólo fuera un limitado tiempo en su corazón, al menos... Al menos valió de algo querarla tanto. 

No se trata de que esté obsesionda con Hoshi. Creo y espero que al menos ella sea capaz de entender esto. Se trata de que la conozco mejor que a nadie, y de que en el fondo le mostré toda la verdad sobre mí... Sólo ella la sabe. Aunque puede que crea que no es la única o que se la muestro al resto. Pero en el fondo creo que sabe que ella es única en esto, aunque no quiera reconocerlo por la responsabilidad que eso conllevaría.

Puedo entender que se cansara de una relación que sólo iba mal. Puedo entenderlo... Aunque me duela, puedo entender que no me soportara. Yo no me soporto. 
Pero juro que me esforcé tanto... Yo no quería estar enfadada, yo no quería estar dolida, yo no quería hacerle daño, lo juro. Yo quería sonreír, reírme con ella, poder olvidar, perdonar. Necesitaba perdonar... 

De verdad que no sé cómo vivir sin Hoshi.
No importa cuánto pase o las cosas que viva, cada día... Cada día hecho de menos a mi mejor amiga. Echo de menos esa persona a la que contarle cualquier cosa. Todo. Sin miedo... 

jueves, 10 de noviembre de 2016

~ Otanjoubi omedetto ~


Sí~ Eso es, ayer fue mi cumpleaños, yeey~

La verdad es que fue el mejor desde hacía mucho tiempo. Curiosamente.
Lo pasé realmente bien. Recibí el mejor regalo del mundo (un vídeo genial~), y comí todo lo que me gusta.

A decir verdad hasta que no llegué a casa, casi a las 9 de la noche no me di cuenta de que Hoshi no me había felicitado.
Si soy sincera no me quejo, porque pasé el día divirtiéndome y conseguí sacarle de mi mente, lo cual es genial. Pero honestamente cuando llegaron las 11 de la noche, las 11:30... Me asusté un poquito.

Pensaba que se habría olvidado. En realidad no me sorprendería nada, pero no lo hizo. Y lo más gracioso es que mi estúpido y masoquista corazón se sintió más que aliviado.
Me pregunto si esa era la última vez que me dirá "feliz cumpleaños".

Recuerdo que en su cumpleaños de hace unos años le dije, en un vídeo que le hicimos, que le daba las gracias a Dios, al universo o a quien sea que hubiera permitido que naciéramos en el mismo mundo, la una junto a la otra. Que de todo corazón quería estar con ella en aquel, en el siguiente, y el siguiente a ese, y en de sus 20 y tantos y sus 50 y tantos, y todos los que fuera posible.

Recuerdo lo nerviosa que estaba y lo fuerte que me palpitaba el corazón. Me deba tanto miedo que no le gustase el vídeo. Me daba tanto miedo decepcionarle...

Y mira por dónde~ Puede que este año, a nuestros 21, haya sido el último en que sea capaz de estar cerca si quiera de ella.

¿Qué pasará el año que viene? ¿Cómo de lejos de mí estará?
Waaaah... Hahahaha es sencillamente aterrador pensar en ello.
Sé que tiene que irse. Sé que la he echado. Sé que debo dejarlo atrás, todo. Pero no quiero que desaparezca.
¿Cuál será el día en que la vea por última vez?  Qué miedo haha~ Ni siquiera puedo imaginarlo.

No quiero que llegue hahahaha No quiero...

Maldita sea es mi puto cumpleaños... ¿Dónde estás Hoshi...? ¿Dónde estás...?

Gracias por acordarte... De verdad... Gracias... Porque si no te hubieras acordado, si hubieras llegado tarde, si hubieran pasado las 12... Se me habría partido el corazón un poquito más...

Es del todo absurdo, ¿sabes? Porque se supone que sé de sobra cómo son las cosas. Sé de sobra lo poco que te importo, joder si es que sé de sobra que te doy totalmente igual. Si es que lo sé... Pero... Jope... Jope...

En tu cumpleaños hace dos meses justos, quería haberte dicho tantas cosas... Quería decirte que por favor tengas mucho cuidado. Quería decirte que no importa si ya no estás conmigo o si eso me hace daño, que esperaba que fueras feliz con los demás miembros del grupo de baile.
Quería decirte que te quiero... Que siempre te querré, que por favor no me olvides, aunque no puedas quererme.
Quería decirte que ya estás un poquito más vieja, y que la tarta con forma de estrella, de fresa y con anisitos que te hizo Maora el año pasado en realidad la hice yo.
Quería decirte que también este año me ocupé yo de tu regalo. Y que no pude dejar de pensar en ti cuando estuve en Japón.
Que dibujas como nadie. Que tengo colgado tu dibujo de Yuko siempre en mi habitación excepto cuando vienes, para que no sepas que aún te espero.
Que guardo el cuatro que me regalaste como el mayor de mis tesoros, y que de vez en cuando hablo con él, y le cuento cuantísimo te echo de menos.
Quería decirte que cada vez que veo anuncios de gatos iguales que la Misi entre las páginas que sigo, me aseguro de comprobar que no son ella, y que si la encontrara iría a buscarla, sólo para dejar que la vieras aunque fuera un última vez.
Quería decirte tantas cosas que no puedo... Por un instante pensé en hacerlo, resumidamente. En decirte al menos alguna de estas cosas, pero las chicas ya te habían escrito cosas, y después de todo, como dije, lo que querías oír y de quién lo querías oír, ya lo tenías.

Yo hace tiempo que no pinto nada en tu vida.
Pero espero que lo pasaras genial. Que no te deprimiera demasiado hacerte vieja, y que no pensases demasiado en aquello que piensas a menudo de que se te está pasando la vida. Porque sé que lo piensas. Sé que te agobia y que no sabes qué hacer al respecto. Sé que la respuesta fácil es buscar un trabajo, que ese es el punto de partida, pero puede que algún día te des cuenta de que lo que siempre te dije era verdad y eso te sirva para seguir adelante.

Nadie se imagina cuanto agradezco que me felicitases, aunque fuera un cuarto de hora antes del límite de tiempo. Me has dicho que siempre felicitas de las primeras o de las últimas, y es cierto.
Tengo dos teorías al respecto. Basándome en mi experiencia podría pensar que se te ha olvidado, y te has acordado en último momento, pero... Si me baso en lo que creo saber de ti, lo has hecho porque odias ser como el resto. Porque probablemente nadie esperaría tanto para felicitarme, y a los que se les hubiera olvidado, seguramente ya no lo recordarían hasta el día siguiente.

Pero eso me ha asustado tanto... Puedo jurar que me daba miedo... ¿Sabes? Cuando me hacías daño, cuando hacías algo que dolía mucho, cuando sabía que iba a pasar pero ponía mi fe ciega en que no, pasaba muchísimo miedo. Porque sabía que iba a doler, sabía que iba a doler mucho, pero me hacía la fuerte y esperaba repitiéndome a mí misma que tenía que ser una amiga digna de ti. Que tenía que confiar en ti, que no ibas a fallar, que esta vez todo iría bien, que tenía que ser paciente y tener esperanza en nuestra amistad.

Si se supone que ya no espero nada, ¿por qué me sigue dando tanto miedo?
¿Sabes que últimamente me ha dado por imaginar que existen mundos paralelos?
A veces me paso el rato planteándome cosas como que si existiera un mundo paralelo en que tú me elegías a mí, preferiría saberlo o no saberlo. Porque al fin y al cabo ese no sería mi mundo, no podría vivirlo.
A menudo pienso que me encantaría visitarlo. Vivir un día en ese mundo, aunque fuese uno. Pero cuando recuerdo lo feliz que era cuando estábamos juntas, cuando me sentía invencible y nadie podía hacerme daño, y me doy cuenta de que si viviera un día en un mundo en que no te he perdido, y más después de saber lo que es perderte, al volver dolería tantísimo que probablemente no podría soportarlo.
Pero tengo tanta curiosidad por saber cómo sería... Si existe, le tengo tanta envidia a la yo de allí.
Ojalá esté disfrutando de tu compañía. Ojalá sea extremadamente feliz, tanto como yo lo sería.

Acabo de encontrar una foto que me regalasteis en mi cumpleaños de los 17.
No he podido evitar llorar infinitamente al leer "ya no estamos en el mismo instituto, y lo último es de lo poco que no hemos hecho juntas, porque todos los recuerdos que tengo, en prácticamente todos hemos estado juntas (en los que nos conocemos owo). Por eso a veces pienso que me hubiera gustado conocerte antes, pero, después de pensarlo muy mucho pienso que las cosas pasan como pasan por algo".

Cuánta razón tenías... Dios cómo te echo de menos. Cómo quisiera volver atrás en el tiempo al mismo instante en que lo leí por primera vez y abrazarte. Abrazarte fuerte, como si no tuviera intención de soltarte nunca más. Porque sabría cuantísimo te iba a echar de menos en este mismo momento, este día, a esta hora.

Te juro que yo no quería esto. Yo no quería dejarte, yo no quería alejarme, yo no quería perderte. Te lo juro... Te prometo que duele tanto estar cerca de ti, hunde tanto que tengo que alejarme a km. Te prometo que te adoro con todo el corazón y te que te echo tanto de menos que lloro unas tres veces a la semana. Y eso que ya ha pasado un año.

Jope, quiero hablar contigo. Quiero coger el teléfono y decirte algo en este mismo momento. Quiero hablar contigo e intentarlo de nuevo, quiero que me digas que me quieres y que vas a hacerlo.
Pero no puedo. Sólo puedo llorar delante de la pantalla sabiendo que nada de lo que diga, haga o ruegue va a servir de lo más mínimo.

Es que jope... JOPE... Lo hacíamos todo juntas, todo... Es tan duro maldita sea... 

viernes, 4 de noviembre de 2016

~ ¿Por qué será? ~


A veces me doy cuenta de que no me conozco a mí misma en absoluto.

Hace dos días tuve una discusión, o algo así... Con uno de los miembros de mi ex-grupo de baile. Pero pude ver claramente cómo esta persona iba a por mí. Probablemente porque su personalidad y la mía no están hechas para combinar bien, quién sabe, y quizás eso le lleva a estar más irascible conmigo, lo que, unido a mi poco tacto cuando algo me molesta, desenlaza en algo como aquello.

Pero tener que escuchar de alguien que no sabe nada de mí o de mi vida que soy una persona tóxica... ¿Realmente merezco eso?

Cuando uno se enfada en caliente puede llegar a decir muchas cosas que le molestan, pero algo como pensar que una persona es tóxica hasta el punto de intoxicar todo lo que toca, palabras como esas no son palabras que uno diga en caliente. Cosas así uno viene pensándolas de antes.

¿Lo que me sorprende? Que me duela tanto.

Me duele que me lo digan. Me duele que nadie me defienda, que nadie sea capaz de decir "te has pasado". Me duele que a pesar de todo, nadie vea que me contuve a mí misma, que tenía razón en lo que decía y que a pesar de eso he intentado averiguar qué parte de culpa me toca.
Me duele que no se queden ni un poco a mi lado. Y no me refiero a ponerse de mi parte, para nada, sino a mostrar un poco de apoyo.

Pero lo gracioso es que mi cabeza se ríe de mí, y me dice cosas como "pero si ya lo sabías, ya sabías que no son tus amigas".

Y si lo sabía, ¿por qué me duele?

No sé, a veces, creo habérselo comentado a alguien, sentía que no encajaba en absoluto allí, por hecho de tener gustos tan distintos, pero justo la persona con la que discutí, no sé, creía que intentaba ayudarme a que esa diferencia se minimizara, buscando puntos en común. Y yo se lo agradecía y tenía en cuenta. De veras que lo hacía...

Me esforcé mucho... De veras que me esforcé. Lloré antes de muchos ensayos, por tener que pasar tiempo con Hoshi, por tener que verla feliz, por tener que fingir que no pasaba nada. Me rendí  y asumí que sólo podría bailar cosas que, bueno, me gustan pero no me fascinan, pero qué mas daba mientras pudiera bailar con amigos. Lo único que siempre pedí es algo de compromiso, que nunca llegó. El compromiso que yo puse desde el principio, y eso nadie puede negarlo.

Y para colmo este último mes estaba intentando arreglar esa parte de mí que molestaba al resto. Esa parte que dice las cosas de forma directa, que discute, que crea debate. ¿Y todo para qué? Para seguir teniendo la culpa a pesar de tener razón en lo que digo.

¿Por qué personas que dicen ser mis amigas permiten que se me trate así?
Y reitero en que no por ello tienen que elegir un bando, pero de hecho es lo que han hecho. Han elegido aquel en el que no estoy yo, y no me sorprende, si siempre lo he sabido. Siempre lo he sabido, pero aún si la prefieren a ella, que no me molesta en absoluto, lo injusto es injusto. Esa es la parte que no entiendo.

Y tampoco entiendo por qué me duele. Se supone que a mí estas cosas ya no tendrían ni que rozarme. ¿Entonces?

Entonces... ¿Por qué será que estoy llorando otra vez?

lunes, 10 de octubre de 2016

~ Síndrome del miembro fantasma ~

¿Cuánto tiempo se tarda en superar una pérdida? ¿2 meses? ¿3? ¿Un año? ¿Toda la vida?


Me pregunto si existe una media, si depende de la persona a la que has perdido, si depende de ti...
Me gustaría saber la respuesta.
¿Qué haces cuando la persona en la que más confiabas en este mundo es la primera en darte la espalda? ¿Dónde sitúa eso entonces tu confianza? ¿Dónde queda esa seguridad que sentías con ella? ¿Dónde queda ese refugio que nunca existió?

Simplemente se desvanece. Se desvanece y queda un vacío que ya nadie, nunca más, puede llenar. A veces creo que porque no quiero. A veces creo que porque no puedo. Me pregunto por cuál de ambas será~ El caso es que a veces siento que quiero pero no soy capaz y otras ni siquiera quiero aunque pudiera. Porque no soportaría pasar dos veces por lo mismo. No puedo.

¿No soy estúpida? No puedo dejar de esperar.

Cada día. Es cada día de mi vida. Al menos una o dos veces al día, está en mi mente. Hay días en los que tengo la fuerza como para obligarme a pensar en otra cosa, a no darle bola, a ignorarlo. Y hay otros en los que lloro durante horas.
Y honestamente me pregunto hasta cuando.

Hasta cuando sentiré este cosquilleo doloroso en el corazón cuando recuerdo cuantísimo desearía que viniera a buscarme. Cuantísimo desearía no ser la única que no sigue igual. Cuantísimo la echo de menos.
Hasta cuando tendré que ignorar que me quema la garganta por aguantar las ganas de llorar.
Hasta cuando tendré que hacerme la graciosa para tapar mis verdaderos sentimientos.

No hay nada que pueda quitarme esto. Ni nadie. No hay ni un maldito modo.
Porque quiero a Hoshi, la quiero con toda mi alma, y nadie puede aliviar el vacío que siento sin ella. Nadie puede aliviar el dolor que siento al verla completamente feliz sin mí. La incomprensión, el desgarro interno.

¿Hasta cuándo será así?
¿Cuándo podré simplemente mantenerlo en la mente como recuerdo sin que me den las ganas de llorar que casi son imposibles de aguantar?

Hoy me estaba preguntando cuándo empezó todo esto.
Me refiero a cuándo empecé a alejarme, a huir de ella.

Si bien es cierto que ahora en septiembre hace un año que puse fin a la relación, me alejé mucho antes. ¿Cuándo fue?
No lo recuerdo. ¿Cuándo fue la última vez que fue feliz con Hoshi? ¿Cuándo fue la última vez que la sentí a mi lado?
¿Cuánto maldito tiempo hace?

Duele~ haha

Ojalá pudiera no ser tan hipócrita como para ir de consejera por la vida, diciendo a otros que no deben hacer lo que yo hago. Pero en el fondo sé cuál es el camino, y oye, hago mi puto mejor intento. Pero soy jodidamente rara, soy jodidamente intensa y no puedo querer como las personas normales. No, yo tengo que querer con todo mi corazón, tengo que darlo todo, tengo que quedarme sin nada, arriesgarme, y cagarla, como no.

¿Y todo para qué? Para ahora sentir que no puedo querer a nadie, más allá de tener cariño. Para ahora sentir que a veces pierdo de vista por qué hago las cosas, por qué sigo adelante y qué paso a dar es el siguiente.

An-chan siempre está ahí para mí. A penas ha pasado un año desde que nos conocemos y ha demostrado más que de sobra que es alguien que está ahí. ¿Y? Sí, me refugio en An-chan, pero ni siquiera sé por qué. ¿Sinceramente? A veces me odio a mí misma pensando que puede que me esté aprovechando.
A los amigos se les quiere, pero cuando yo digo que quiero a alguno de ellos, la mitad de las veces lo hago para protegerles de la mierda de realidad en la que vivo. Porque duele saber que no te quieren. Porque no puedo decirles que no puedo querer a nadie. Porque se merecen a alguien mucho mejor que yo. Así que todo lo que puedo hacer es cuidar de ellos tanto como pueda, porque sí son importantes para mí.
Confío en él. Diría que es en quien más ahora mismo. Pero no puedo quererle.
Creo que ahora mismo sólo hay sitio para un sentimiento dentro de mí. Porque es tan grande que lo ocupa todo, es así de triste.

Mi maldita pregunta es, ¿hasta cuándo?







¿Habéis oído hablar del síndrome del miembro fantasma alguna vez?
Pues creo que lo tengo con ella.
Tengo el síndrome del miembro de mi corazón perdido.
Me levanto con la sensación de estar al principio. De tenerla a mi lado. De que todo va a ser como era, como lo es con el resto. Pero luego me miro al espejo y me doy cuenta de que me he cortado el pelo. De que me he hecho un tatuaje, de que esta es mi puta realidad.

Ni siquiera es que pueda quejarme de mi vida, y no lo hago. Me gusta mi vida. Me gusta mucho mi vida, pero se me hace putamente insoportable sin ella. Hahah. ¿Por qué? Es que no lo entiendo joder.
No. Lo. Entiendo.

No tiene ningún sentido sentir perdido algo que nunca tuviste. No tiene sentido no poder vivir sin ello.
No tiene sentido no superarlo a pesar de poner todos los medios. Lo juro, lo juro... Pongo todos los medios.

Pero es que sólo quiero que vuelva.
Y me da igual cómo, y me da igual por qué, sólo quiero que vuelva.

Quiero que venga y me diga que me puto quiere, que haría lo que fuera por volver a estar como antes, que me echa de menos, que no le importa lo que le responda porque no se irá de allí sin convercerme de intentarlo una vez más.

Incluso a veces he llegado a desear que alguien, mágicamente adivinara mi más profundo anhelo y fuera a decirle que lo hiciera. Que moviera el culo hasta mí y lo intentase. Que la puto quiero muchísimo.

Pero hacer eso no estaría bien. Ninguno de mis amigos me recomendaría tal cosa, es más me reñirían y con razón. Yo misma lo haría con ellos. Pero no se trata de lo que debo sino de lo que deseo con todo mi corazón. ¿Y qué hago si no puedo evitarlo? Si realmente siento que es lo que más desearía en el mundo...

Necesito que venga a por mí, necesito que lo haga. Aunque salga mal, necesito que me puto quiera...

Pero de cualquier modo, eso no va a pasar, porque no lo pienso verbalizar, jamás, y dudo que nadie sepa hasta qué punto lo desearía, porque a cualquiera que llegara a sospecharlo se lo negaría hasta que volviese a creer firmemente que prefiero que no lo haga.
No puedo permitir que nadie sepa que soy lo bastante débil como para rendirme a tal sentimiento. Ya soy bastante patética sin que lo sepan. Y aunque crean no creer que lo soy, siento decirles (aunque no me oigan) que desde aquí verían con claridad que sí lo soy.
Sólo hace falta mirarme. Mirarme de verdad.

Seguiré soñando~  dicen que es gratis. Al menos por ahora.






Hace dos días fue el cumpleaños de Koko.
Tanto Hoshi como Mao estuvieron allí. Y mientras las miraba desde un rincón, disimulando mis sentimientos de mierda, me di cuenta de que nada ha cambiado excepto yo.
Me di cuenta de que Koko tiene todo lo que siempre ha querido, a Hoshi y a mí pero por separado. Y de que para Mao todo sigue como antes.

Me di cuenta de que la única que estaba de más allí era yo, con mis sentimeintos de mierda, con mi estúpido dolor, con mis heridas. Me di cuenta de que si no hubiera dicho nada, de que si simplemente me lo hubiera seguido tragando y hubiera sido más paciente yo estaría allí sentada a su lado, riendo como si nada, como siempre habíamos estado.

Me di cuenta de que si yo no fuera yo no habría perdido a Hoshi.
Y de pronto se me volvió a partir el corazón, en otro pedacito más.

Me di cuenta de que no quiero estar cerca de ninguna de ellas. Me di cuenta de que si no puedo volver al pasado, quisiera poder simplemente borrarlo.

Me sentí tan como "¿por qué yo no puedo estar ahí?"

Mao y Hoshi se reían y era como estar en una película de cuando ella y yo solíamos reírnos de cualquier tontería. Desde un trozo de celo pegado en su cama que intentábamos quitar con los pies, hasta un teatro que nos montábamos con guantes de invierno tumbadas en medio del campo de fútbol del patio del colegio.

Casi podía vernos a las dos en las escaleras de portería contando chistes malos, hablando de 6 y de 102 y chapurreando acerca de lo mala que era Madoka, del foro de Arina Tanemura.

¿Cuándo se olvidó de todo eso?
¿Por qué tengo que recordarlo yo con tanta nitidez?
¿Por qué no puede ser al revés?
¿Por qué yo no puedo estar ahí?
Por qué otros sí...

Síndrome del miembro fantasma... Y lo tengo desde que me cortaron a Hoshi.
Me pregunto... ¿Hasta cuándo?


sábado, 2 de julio de 2016

~ Amor del de verdad ~


A veces me pregunto... Cuánta gente habrá en el mundo capaz de amar de verdad. O... Cuánta gente habrá que lo haya hecho en algún momento.

La verdad es que si lo preguntara probablemente miles de personas alzarían la mano con orgullo y dirían, "¡yo!". Y sin embargo seguiría quedándome ese amargo y solitario sabor de boca que te deja la insatisfacción.

Sinceramente, ¿qué es amar? Y me refiero al amar de estar enamorado. De sentir algo tan fuerte por alguien que nada más allá del aire que roza su piel importa. No me refiero a una dependencia total, o a que la persona a la que ames sea lo único en el mundo, no... Me refiero a ese sentimiento, esa emoción, esa embriagadora sensación momentánea que te invade cuando alzas la vista y la miras, a esa persona, haciendo cualquier cosa, o simplemente estando ahí, ante tu vista, y por un segundo sientes que nada más importa porque si esa persona existe, todo lo demás pesa menos que una pluma. Tan sólo un por un instante.

Mi humilde opinión es que hay muchos que creen amar, pero no lo hacen. Y me planteo si es porque no saben, o porque no pueden.

¿Será que amar es tan sólo un privilegio de unos pocos? ¿Será que es tan sólo un dulce juego de mi imaginación? Quien sabe... Pero si sé algo, y lo sé con certeza, es que ese sentimiento existe, está ahí, y no todo el mundo lo entiende.

Amar a dos personas, ¿no es imposible?
Cuando amas de verdad, cuando lo sientes dentro de tu corazón, cuando quieres y de verdad te hace feliz estar a su lado, tener permiso para formar parte de su vida, ¿cómo puede existir la posibilidad de mirar si quiera a otra persona, hasta incluso el punto de enamorarte?

Siento que eso no es amor. Tal vez no es amor lo que sentías hacia la primera persona, tal vez no es amor lo que sientes hacia la segunda, y tal vez... Ninguno de amos es amor. Pero amor no hay más que uno a la vez, No amor romántico. No es un amor compartido como el de la amistad o la familia, no es un amor que puedas dividir. Es tan único, tan extrañamente especial, que es inseparable.
Si consigues separarlo, es porque no es amor...

El amor de verdad pesa tanto, que siempre, pase lo que pase, deja una marca imborrable.

martes, 5 de abril de 2016

~ When heaven cries for you ~


Eso de que un día sientes que las gotas de lluvia te caen encima y de algún modo se lo agradeces al cielo porque sabes que está llorando por ti. Porque está haciendo lo que a ti no te sale hacer, hasta que de pronto te das cuenta de que lo que cae por tus mejillas no son sólo gotas de lluvia, pero gracias a dios se confunden con ellas. Y resulta que sí puedes, pero sigues agradeciéndole al cielo que no te deje sola en ese amago camino. 

¿Qué haces cuando nada tiene sentido? Cuando oyes lo que sabías que ibas a oír pero no cambia nada.
Quizá habría preferido un "no te quiero", un "no te quise" y no un "nunca fuiste especial" entre líneas.
¿Por qué ni siquiera puedo oírlo? ¿Por qué tengo que suponerlo?

Cuando le dices a alguien, con el corazón en la mano que lo quisiste como nunca antes has querido a nadie, que te encantaba, que le adorabas, que era especial, lo único que no podía no imaginar en tu vida, cuando le dices a alguien que todavía estás descubriendo si puedes vivir sin esa persona y su respuesta no es inmediata... Ya tienes tu respuesta. 

"Hazme preguntas más concretas". Esa es toda la respuesta que necesité oír para saberlo.
La respuesta es sí. La respuesta a la pregunta que he estado haciéndome todo este tiempo; es sí. 
¿Fue todo cosa de mi mente? Sí. ¿Era yo la que creía ver algo que no existía? Sí~  Así es, felicidades Tamara, eres estúpida de remate. 

No puedo decir que Hoshi nunca me quisiera, estaría mintiendo. Me quiso, sí, pero como siempre supe... No más de lo que se quiere a sí misma. No más de lo que puede querer a cualquiera de las personas de su alrededor, no más de lo que pueden importarle las cosas que en cada momento le importan. 
La respuesta es sí. ¿Habría valido cualquiera? La respuesta es sí. Habría valido. Daba igual lo que hiciese, o cuantísimo la quisiera, daba igual porque al final, si no hubiera sido yo, habría sido otra persona. Y puede que tal vez, evitando  cometer los errores que cometí yo, hubiera conseguido llegar más lejos o a ser más importante. 

Al final jamás seré alguien por quien alguien haría cualquier cosa. Jamás seré alguien por quien vale la pena luchar. Jamás seré alguien a quien quiera con todo su corazón, porque la respuesta es "no". No, nunca lo fui. 


Todo ese tiempo, todos esos años pensando que era especial, que había conseguido algo que los demás no, que había llegado a su corazón, que tenía un sitio en él. Pero no. Nunca fui más que algo más que pasa por su vida, sin más, a pesar de poseer un título de "mejor amiga", lo que en realidad no significa nada. Las mejores amigas no existen, sin más. 
Da igual cuántas veces en mi vida ruegue al cielo que me escuche, que por dios me quiera, jamás va a hacerlo, jamás va a venir a por mí, jamás va a hacer lo que sea necesario para curar mis heridas, porque jamás va a quererme. Tal vez por culpa de como soy, tan vez por cómo es ella. Qué importa. El caso es que no fui capaz de hacer que me quisiera. A pesar de quererla siempre con todo mi corazón y con toda mi alma. 

Hace tanto que dejé de ser siquiera un poco diferente para ella que el resto... Tantísimo. Y yo en mi nube, como una imbécil, feliz, viviendo en una mentira. Y ni siquiera es su culpa. Al final uno no controla lo que siente. Si no se lo despierto, no se lo despierto y punto. 
Pero dios mío...

Yo voy a quererla tantísimo siempre...
Sé que no se pude asegurar nada al 100% pero es que de esto estoy totalmente segura. Lo sé, con toda certeza lo sé. Jamás nadie va a querer a Hoshi más de lo que yo siempre la he querido. Jamás, ya puede casarse o tener mil amigos más. Da igual si encuentra alguien que se enamore de ella o que se quede con ella para siempre, jamás la querrán tanto como yo. Y probablemente yo no sea capaz de querer tanto a alguien nunca más, porque sinceramente si de algo me ha servido esto es para saber que puedo superar cualquier cosa. Claro que puedo, pero no quiero. 
Me niego. Y sonará estúpido y nunca le permitiré a nadie de mi alrededor tomar una decisión como esta pero, yo ya la he tomado. Nunca, jamás, volveré a arriesgarme tanto. Jamás volveré a darlo todo, nunca. 

martes, 16 de febrero de 2016

~ Maybe ~


Estaba pensando que algún día me gustaría hablar de mis amigas.
Las amigas que conocí en la universidad, y gracias a las cuales no he perdido la esperanza en lo que viene siendo el concepto de "amistad" cuando ya creía que era yo la loca.
Es curioso. Ambas, cada una por su parte, tiene como si fuera una pequeña parte de mí. O al menos así es como me siento con ellas. No somos iguales, ni de lejos, peor somos bastante complementarias porque hay muchos aspectos en los que nos parecemos y muchos otros en los que diferimos, y eso hace que con ellas me sienta como en casa, gracias a Dios.
Quizá algún día me sienta preparada para hablar de ellas, pero como dije en la entrada anterior, aún me quedan muchos demonios con los que luchar antes de poder quitarme los miedos.

Como es evidente, no estoy llevando bien nada de lo que pasa con Hoshi. De hecho pensaba que lo llevaría mucho mejor de lo que estoy consiguiendo, pero, ¿qué otra cosa puedo hacer?
Antes de ayer, el domingo, en el ensayo, por alguna razón no me sentía enfadada o dolida como tal. Era como si me hubiera tomado un calmante (o como si me hubiera fumado un porro, que ojalá(?)). El caso es que cuando miraba a Hoshi sólo conseguía echarle de menos. Echar de menos el tiempo en que me hacían gracia todas sus tonterías, esas que, sin todo ese dolor que suelo sentir a diario, resultan graciosas cuando piensas "es que es Hoshi". Eché de menos que me invitara a su casa, que tuviera ganas de verme o de quedar, eché de menos cogerle la mano, hablar a diario de cualquier tontería, que me prestara atención o al menos lo pareciera durante los 5 minutos en lo que consigues que lo que le estás diciendo le interese. Y bueno, tantísimas otras cosas... Incluso sentí que tenía ganas de darle un abrazo, uno de verdad, uno de los que duran unos pocos segundos y en los apoyas la cabeza en el hombro de la otra persona y respiras hondo, así que cuando nos despedimos, por primera vez en mucho tiempo, no sólo mantuve el contacto sino que le di un mini abrazo pero no parecía muy por la labor así que al final no valió la pena en absoluto. -se encoge de hombros.- debí suponerlo.

De todos modos, gracias a que no vino tampoco esa tarde hoy puedo decir que estoy en el Ghetto, que es un grupo más íntimo de amigos de japo que considero personas muy buenas y cuya compañía me gusta mucho. Me han aceptado con ellos y me tratan con cariño y eso es bonito x3 Ea, no todo es malo, eso es obvio. Es más, diría, o sé, que la vida siempre hace eso. Hay cosas que son inevitables pero cuando intentas hacer las cosas bien busca el modo de compensarlo un poco para que tengas una de cal y una de arena.

No sé... Daría lo que fuera porque viniera a hablar conmigo, Sólo por eso. Sólo venir a decirme lo que piensa, a interesarse por cómo estoy a ser sincera de una vez por todas para que mi vida pueda tomar un rumbo claro. Pero no va a hacerlo. Y nadie va a pedirle que lo haga, y menos yo.
Aunque a veces me muera de ganas, no puedo permitirme caer ya más bajo. No puedo arrastrarme hasta extremos como esos para conseguir algo que ni siquiera habrá salido de su propia voluntad tras haberlo pensado. No se trata de dignidad u orgullo... Es más bien una cuestión de mantener los trozos de mi corazón juntos, ya sea con los hilos que las personas que ahora tengo a mi lado sujetan.

Por cierto, se llaman Mana y Candy. Y las adoro.


sábado, 13 de febrero de 2016

~ Ceguera ~


Lo que más me molesta de esta situación es que normalmente algo que me ayuda a superar las situaciones es encontrar la moraleja. Lo que tenía que aprender de ella. Entonces digo "ah~" y lo acepto, aunque duela, y sigo adelante.
Pero es que llevo años dándole vueltas y no lo entiendo. ¿Por qué pasa esto? ¿Por qué Hoshi? ¿Por qué esa amistad en concreto? No entiendo qué tengo que aprender.

¿Que incluso la persona a la que más aprecias o en quien más confías puede fallarte? Eso ya lo sabía. No de saberlo sin ser consciente, no. Lo sabía perfectamente, sabía que podía pasar. Además, una vez aprendido, ¿por qué no puede volver? Ahora ya lo sé, ahora ya estoy preparada...

¿Que mi vida no puede girar en torno a alguien? Vale, es cierto, ahora lo sé. Lo he aprendido. Mi vida debe depender sólo y únicamente de mí. Ya no gira a su alrededor. Entonces, ¿por qué no puede volver?

¿Que hay cosas que aunque desees con toda tu alma no pueden ser? Eso lo aprendí hace mucho tiempo. En muchas ocasiones he tenido la oportunidad de experimentarlo. No necesito que pase esto para saberlo.


Y podría dar muchas más razones pero no tienen sentido porque todas esas lecciones la vida ya me las dio antes, ¿por qué se repiten? ¿Y por qué no puedo superarla una vez aprendida? ¿Qué tengo que aprender de esto? No lo entiendo...

Ya sé que no puedo cambiar a nadie, ni hacer que me quieran... Pero lo deseo tanto. No lo entiendo. Toda mi vida, cada segundo, cada minuto, vivo pensando en cómo ser una mejor persona. Vivo pensando en qué puedo hacer por los demás, porque eso me hace sentir bien, porque me gusta, porque así es como soy, pero esto... Esto me hace ser egoísta, me hace ser inmadura, hago cosas que sé que no debería, pienso cosas que sé que no debería, espero cosas... Que sé que no puedo esperar.
Soy consciente de todos mis defectos, o al menos de que tengo muchos más de los que parece... Sé lo imperfecta que soy, ¿pero teníais que demostrármelo así?
Si lo que queréis, sea lo que sea que controla esta vida que nos envuelve, es que supiera cuánto puede doler ya lo sé joder, ahora devolvedme a mi amiga... Me parece un castigo injusto e innecesario...
Y si de lo que se trata es de que es ella quien debe aprender una lección, ¿por qué coño sólo estoy llorando yo?
¿Por qué coño es a mí a quien no quieren mientras ella me sustituye?
No es justo...
¿Qué he hecho para que no me quiera? ¿Por qué no me quiere?
¿Por qué no me quiere?

¿Por qué soy tan jodidamente estúpida? Ojalá pudiera hacer que las personas me importasen menos. Porque por lo visto la gente cambia de amistades, cambia de personas a su alrededor con una facilidad que a mí se me escapa... Y yo aquí, como una imbécil, rogando a todos los dioses existentes (o no) que por favor las personas a las que quiero se queden a mi lado. No porque las necesite, sino porque las quiero. Porque su existencia me convierte en quien soy, y le da sentido a mi vida.
Puedo entender que el tiempo nos separe, que la vida se entrometa, que dejemos de vernos, pero que nos hagamos daño... Eso es algo con lo que no puedo. ¿Por qué?
Si tenía que separarme de ella, ¿por qué no pudo ser de una manera menos dolorosa?

Simplemente... ¿Por qué no me quiere?

martes, 9 de febrero de 2016

~Sayonara ~


Me he cortado el pelo.

Hacía años que no me cortaba el pelo, pero esta vez era necesario. Hacía bastante que llevaba las puntas, o más bien casi la mitad de la melena seca, estropeada por las mechas californianas, áspera.
Así que me he cortado el pelo. Lo llevo un poco más bajo que el nivel de mis hombros, pero en comparación es como si tuviera la mitad de pelo.
Me he despedido de las mechas, del pelo muerto, reseco y dañado. Aunque resuelta que en las puntas, las de ahora, aún queda un pelín de color. Por lo visto tenía las mechas muy arraigadas.

La verdad es que me corté el pelo porque necesitaba sentir que algo estaba cambiando de verdad en mi vida, que no estoy atrapada en un bucle infinito de dolor y malestar continuos. Pero lo cierto es que cortarme el pelo no me ha quitado esa mala costumbre de tener al menos una vez al día ganas de llorar al pensar en Hoshi.

Han pasado los años, mis métodos han ido cambiando, pero la verdad es que mi corazón no ha dejado de llorar ni un sólo día.
Jamás pensé que algo tan doloroso pudiera ser cierto. ¿Increíble no? Cuando escribí aquí por primera vez... Mis sentimientos aún eran "puros". Sentía admiración, cariño, amor, amistad... Todo junto, y personificado en mi "mejor amiga", en Hoshi.
Y ahora siento dolor. Sin más, dolor. Puro, pesado, insoportable, insufrible, y sobretodo, asesino. Todo el tiempo.
Sabía que sería así. Sabía que dolería. Sabía que esta elección sería una herida que llevaría conmigo el resto de mis días.
Lo que no sabía es que a Hoshi eso no le importaría ni lo más mínimo. Lo que no esperaba era ver que lo que a mí me está consumiendo los días para ella no ha sido más que una cosa más en su vida. No esperaba ser tan fácil de sustituir~
Lo sé, qué estúpida, ¿verdad? Y tenéis toda la razón del maldito mundo. Durante 10 años he sido una estúpida. A veces me pregunto cómo he podido estar tan ciega. Cómo he podido pensar durante todo este tiempo que me quería, que le importaba, que era alguien especial en su vida. Cómo he podido pensar que hacer girar mi vida en torno a Hoshi, que dejarme la piel en ayudar en todo lo que pudiera, en preocuparme, en denigrarme y dejarme chafar podría significar algo para Hoshi.
Pues así es, fue así de estúpida.
Y lo peor es que eso está pasando factura.

¿Sabéis de qué me di cuenta hace poco? De que esto tiene malditas consecuencias. De que ahora, cada vez que conozco a alguien nuevo, en cuanto empieza a importarme, me entra el pánico. Siento verdadero pánico a dejar de importarles a las personas de mi alrededor. Siento que en cualquier caso nunca seré la elección de ninguna de ellas. Siento que llegado el momento, no seré la prioridad, de nadie, nunca. Qué injusto~

¿Y sabéis qué más? Que ya hace tiempo que me siento incómoda con los abrazos.
Unos años atrás me pasaba la vida abrazada a alguien, me gustaba, incluso nos saludábamos así entre mis amigas. Ahora me siento de lo más incómoda. No me gustan, me agobian, me hacen sentir extraña y no me gustan. Así que los evito siempre que puedo.
Y también me he dado cuenta de que no soy una borde~ Cuando en algún momento del día dejo de sentir dolor, o se me olvida por un rato que Hoshi existe, me siento tranquila y no actúo como una verdadera sargento. Pero el resto del tiempo me duele la garganta, siento tirante el cuello, la espalda y siento que a mi alrededor las cosas me indignan con facilidad, me cabrean o tengo algo que decir al respecto.
Resulta que buscando información he descubierto que eso es un efecto secundario del dolor, y en algunos casos de depresión. Pero seamos realistas, yo no estoy deprimida, ¿no?
Aunque ahora mismo quiero llorar. Pero eso no es depresión, o al menos, creo que no lo es.


...

He estado pensado en dejar el grupo de baile. En dejar japonés. Para no verla. Porque como podréis haber supuesto fácilmente, verla es algo así como caminar sobre clavos para mí. Pero son cosas tan importantes para mí... Pero tan importantes... ¿De verdad tengo que renunciar a ellas?
No quiero hacerlo, no sé si soy capaz, pero juro por lo que más quiero en esta vida que lo haría con tal de dejar de sentir lo que siento...
No sé si sabréis lo que es o no, pero el caso es que perder a alguien tan, pero tan importante para ti ya es de por sí doloroso, pero además verle feliz sin ti, como si nada, como si ya fueras parte del pasado, y más aún, ver como se esfuerza haciendo todo lo que no hizo contigo por otras personas, mientras ve como te hundes sin importarle lo más mínimo, eso es... Tan insoportable...
Querer tanto a alguien, querer tanto como yo quiero a Hoshi, y como siempre la querré sabiendo que jamás te han querido y que jamás lo hará... Es tan insoportable que haría lo que fuera por dejar de sentir este dolor que siento. Una traición al corazón como esta... Ojalá nunca tengáis que pasar por ella. No se la deseo a nadie... A nadie. Ni siquiera a ella. ¿Por qué sabéis? Yo no quiero que sufra, no quiero que lo pase mal o que llore, yo sólo quiero importarle... Es lo único que quiero y si perderme le importa debería dolerle... No se trata de que quiera hacerle daño o de que me alegre que lo pase mal, todo lo que quiero es que le importe... Pero eso no pasará. Nunca lo hará.

Siento una gran necesidad de discutir con Hoshi, a gritos. De decirle todo lo que siento, de gritarle lo enfadada que estoy, de exigirle justicia y de rebatir sus argumentos, de saber lo que narices piensa o siente. Pero eso tampoco pasará. Porque si hablamos se quedará en silencio, dejará que todo pase y mañana estará como si nada. Y su vida seguirá mientras ella se dice a sí misma que el dolor lo lleva por dentro, que es que ella no se sabe expresar, pero su vida seguirá como si nada.
No saberse expresar no significa que olvides las cosas sin más. Incluso alguien que no se sabe expresar, con algo como esto, se vería afectado. Si le importase claro.
Quisiera que al menos me mirase a los ojos y me dijera "No te quiero. No como te hice creer, no como tú me quieres". Para al menos sentir que tengo derecho a enfadarme. Para al menos que esa parte de mí que siempre se empeña en hacerme sentir culpable me diga cada día de mi vida que todo es culpa mía.

En fin qué más da, me tocará simplemente cerrar los ojos y seguir adelante. Supongo, ¿no?
Aunque ya no estoy segura de si hay un "delante".




Ah, por cierto, por si no lo habíais pillado, lo del pelo es una metáfora.
Me lo corté porque he perdido una parte de mí que ya nunca volverá, porque aunque crezca, el pelo nuevo no volverá a ser como el que tenía. Jamás.